El emperador grecorromano

Sólo una medalla dorada podía satisfacer el hambre de oro del luchador cubano Mijaín López y al lograrla acabó con la sequía dorada de Cuba y la región.


El abanderado de la delegación cubana competía en la categoría de los 120 kilogramos y en la final, ya con la plata asegurada, se volvió a topar con su archi rival, el ruso Khasan Baroev.

Se habían visto antes. El año pasado López venció al ruso en los campeonatos mundiales de lucha de Baku, Azerbaiján, y con esa victoria se colocaba como el mejor luchador en su categoría.

"En el mundial la pelea se me hizo difícil, porque le gané después de que se acabara el tiempo. Pero aquí me fue fácil la cosa, ya que me esforcé y me preparé lo suficiente para ganar este combate", le dijo López a BBC Deportes, tras finalizar el duelo que se disputó en la Universidad de la Agricultura de Pekín.

En el pasado Baroev lo había castigado bastante. En Atenas lo sacó de su camino al podio y el cubano se tuvo que conformar con un quinto lugar. Luego, en los campeonatos de 2006 el ruso le ganó en la final.

Uno de sus entrenadores, Pedro Val, lo había dejado en claro a su llegada a Pekín, sólo el oro vale y después de una larga espera eso fue lo que consiguió.

"Fue un combate fuerte, tal como me lo esperaba, me preparé psicológicamente, mentalmente, ya que llevaba cuatro años sufriendo por la derrota de Atenas y pienso que todo me salió como lo deseaba", señaló López, quien explicó que la clave del éxito estuvo en la preparación física.

"No me cansé ningún momento, en ninguna pelea, y eso fue lo que me permitió la victoria".

Para la patria y Latinoamérica

Complacido con su triunfo, el hasta ahora único medallista de la región ofreció la victoria al pueblo y los dirigentes de la isla caribeña.

Mijaín López celebra con su entrenador.
Quiero darle gracias a todo el pueblo de Cuba por el apoyo. A nuestro comandante en jefe, que no lo pude felicitar para su cumpleaños, así que le dedico esta medalla de oro, a mi gente y a Raúl

"Quiero darle gracias a todo el pueblo de Cuba por el apoyo. A nuestro comandante en jefe, que no lo pude felicitar para su cumpleaños, así que le dedico esta medalla de oro, a mi gente y a Raúl. Como él mismo me entregó la bandera y yo le entrego la medalla de oro que necesita el pueblo de Cuba, pronto nos veremos allá".

Pero no toda su alegría fue exclusiva para su gente, en la provincia de Pinar del Río, en el occidente de la isla. Su lucha era por todos.

"Siento que es una medalla muy importante, es una representación para los países de Latinoamérica ya que nos encontramos en situaciones en que el deporte no es lo más fuerte, así que estoy orgulloso de compartir el triunfo con ellos".

Cosas de familia

Con su medalla, López mantiene la tradición familiar. Su hermano Michel ya conocía la gloria olímpica. En Atenas los dos formaron parte de la delegación cubana. Mijaín en lucha, Michel en boxeo, en la categoría de más de 91 kilogramos.

En esa ocasión el pugilista de los López regresó con un bronce en el pecho.

"En estos momentos pienso en mi mamá, en mi familia, que ahora deben estar frente al televisor. Ella siempre me dijo que yo tenía que ganar y también se lo dedico a ella".

Regalo de cumpleaños

Le aguarda una fiesta en la Villa Olímpica, donde espera que su delegación lo reciba con los brazos abiertos. "Este es el día más importante de mi vida porque es el único título que me faltaba en la lucha para obtener y por fin lo tuve", aseguró.

Mijaín López
En estos momentos pienso en mi mamá, en mi familia, que ahora deben estar frente al televisor

"Ahora pienso disfrutar y cuando regrese a Cuba voy celebrar mi cumpleaños, el 20 de agosto".

Después de tanto trabajo esta medalla significa mucho, porque se ve el esfuerzo que realiza un atleta en cuatro años de preparación y hoy, en un día, lo logramos.

Sin embargo, el que ya haya logrado la tan codiciada medalla no detendrá su carrera deportiva.

"Habrá Mijain pa' lante", aseguró.

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