Con la derrota, la Isla experimentó la amargura de no poder sumar su cuarta corona olímpica, tras imponerse en Barcelona-1992, Atlanta-1996 y Atenas-2004, y quedarse con la medalla de plata en Sydney-2000.
Corea del Sur se adjudicó este sábado la medalla de oro del torneo de béisbol de los Juegos Olímpicos de Pekín-2008, al derrotar 3x2 a la multilaureada Cuba en un dramático final en la novena entrada, reportó AFP.
La mejor presentación de los surcoreanos antes de titularse en Pekín había sido en Sydney-2000, donde consiguieron la medalla de bronce. Su primera participación fue en Atlanta-1996, ubicándose en el último lugar (1-6), mientras que no clasificaron a las citas de Barcelona-1992 y Atenas-2004.
La 'máquina' surcoreana, que se ganó ese apelativo por clasificar invicta a las semifinales con cuenta de 7-0 y luego apuntarse en la final al despachar a Japón 6x2, encontró el camino a la victoria con el guardabosque Yongkyu Lee, que conectó una línea al derecho para remolcar una carrera en la séptima entrada.
Con el 3-1 en contra, la Isla respondió rápidamente en la parte baja de ese episodio con un cuadrangular del jardinero derecho Alexei Bell sin hombres en base, para poner el 3-2 en el pizarrón.
Así se irían hasta la novena entrada, en la que Corea del Sur no movió el resultado, dejando a Cuba la posibilidad de hacerlo, pero los isleños no aprovecharon la ocasión cuando tuvieron a tres hombres embasados que hubiesen cambiado la historia.
Los surcoreanos habían marcado las primeras dos rayitas en el inning de apertura con un jonrón del inicialista Seungyuop Lee que encontró a un hombre embasado, pero Cuba salió al paso con otro cuadrangular, despachado por el antesalista Michel Enríquez, para apretar la cuenta en 2-1, la que se movería hasta en la séptima entrada para sellar la conquista.
Con la derrota, la mayor de las Antillas se quedó con la amargura de no poder sumar su cuarta corona olímpica, tras imponerse en Barcelona-1992, Atlanta-1996 y Atenas-2004, y quedarse con la medalla de plata en Sydney-2000.
La selección nacional había derrotado la víspera a Estados Unidos 10x2, lo que le permitió acceder a la discusión del oro. Estados Unidos venció este sábado a Japón, con marcador de 8x4, y se llevó la medalla de bronce del torneo olímpico.
El día en que el béisbol cubano se vistió de tristeza
"Me hubiera gustado despedirme de los Juegos Olímpicos ganando la medalla de oro. Lamentablemente no pudo ser. Así es el deporte. Hicimos todo nuestro esfuerzo por ganar, nos vencieron, jugaron mejor y hay que reconocerlo con dignidad", dijo a la AFP el emblemático pitcher Pedro Luis Lazo, ganador de dos preseas de oro en Atlanta-1996 y Atenas-2004, y una de plata en Sydney-2000.
Lazo no estuvo tan efectivo en la lomita como ante Estados Unidos, y en esta ocasión el estelar cerrador se fue con un inning trabajado y con saldo en rojo de una carrera permitida y dos hits, además de conceder dos bases por bola.
Las caras largas en el box eran lugar común, las palabras no aparecían y las miradas se perdían en lo profundo del campo, justo donde la irreverente 'máquina' surcoreana de Kyungmoon Kim celebraba con su ruidosa afición.
"El campeón siempre será el mejor. Así nosotros cometiéramos errores en el partido, ellos ganaron, los supieron aprovechar. No hay nada más que decir", reconoció el antesalista Michel Enríquez.
"Imagino que en Cuba el momento debe ser muy triste, se trata de nuestro deporte nacional, del deporte que más títulos le ha dado a nuestro pueblo y esta medalla significaba mucho para todos nosotros", lamentó el tercera base.
Más generoso en palabras fue el mánager Antonio Pacheco, quien analizó la derrota y apeló al sentimiento en un intento para disimular su frustración.
"Hoy enfrentamos un buen pitcheo. El pitcher zurdo coreano (Hyunjin Ryu) estuvo muy bien. Siempre en el béisbol no se puede hacer lo que se hizo ante Estados Unidos —ganaron 10x2 con un vendaval ofensivo—, no siempre se puede batear", sostuvo el piloto y quien perseguía en Pekín su primer oro como técnico después de ganar dos como jugador en Barcelona-1992 y Atlanta-1996.
"Nosotros vinimos a buscar la medalla de oro, no la pudimos ganar, pero quiero rescatar que este equipo jugó con todo el corazón y perdió con dignidad", agregó.
A un costado de Pacheco estaba el carismático Benito Camacho, jefe técnico del equipo, y quien sólo atinó a decir con la voz entrecortada y algunas lágrimas: "¡No merecíamos perder así! No merecíamos perder hoy".
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