Desertan en Tampa cinco futbolistas del equipo cubano


JORGE EBRO y WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Apenas horas después de ganarse los máximos elogios por el empate conseguido ante la favorita selección de Estados Unidos, el equipo cubano que participa en el Preolímpico de Fútbol de la CONCACAF en Tampa quedó prácticamente desmantelado por la deserción de al menos cinco de sus jugadores.

La estampida de los cinco jugadores no sólo redujo al mínimo las aspiraciones de Cuba de agenciarse un cupo para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, sino que también puso en aprietos la permanencia de la selección antillana en el torneo clasificatorio, que se desarrolla simultáneamente en las ciudades de Tampa y Carson, California.

Anoche circularon también versiones sobre la fuga de otros dos jugadores, aunque al cierre de esta edición no estaba oficialmente confirmado.



Los cinco que escaparon al filo de la medianoche del martes del Hotel Doubletree Tampa Westshore Airport, viajaron luego por carretera hasta West Palm Beach, adonde arribaron cerca de las 4 a.m. de ayer.

El grupo de desertores está integrado por:

* José Manuel Miranda, de 21 años, arquero, de Matanzas.

* Erlys García Baró, de 22 años, defensa, de Ciudad de La Habana.

* Yordanis Alvarez, de 22 años, mediocampista, de Cienfuegos.

* Loanny Cartaya Prieto, de 22 años, defensa, de Ciudad de La Habana.

* Yenier Bermúdez, de 22 años, defensa, de Cienfuegos.

"Esta era una oportunidad que no podíamos perder'', declaró ayer Bermúdez desde la casa de un amigo en West Palm Beach. "La decisión la tenía tomada desde antes de venir''.

Bermúdez, capitán de la selección nacional, explicó a El Nuevo Herald que había coordinado la fuga sólo con Yordanis Alvarez, pero que mientras se trasladaban del terreno de juego al hotel, la noche del martes, otros tres compañeros se pusieron de acuerdo con ellos, apenas con un intercambio de señas.

"Nos fuimos con la ropa que teníamos en el juego, sin bañarnos, y nos recogió un familiar a la salida del hotel'', manifestó el jugador. "Una fuga perfecta, como en las películas''.

Acompañados por un familiar de Cartaya que los ayudó en la huida, el grupo se dirigió en la mañana a una tienda de teléfonos celulares en West Palm Beach, donde casualmente había realizado trabajos de construcción un ex futbolista radicado en esa ciudad surfloridana.

El dueño de la tienda los puso inmediatamente en contacto con Amaury González, ex jugador del equipo de Villaclara, quien llegó a los Estados Unidos en balsa en 1999. González les brindó alojamiento en su casa mientras ordenaban sus mentes tras la importante decisión.

"Esto es como una cadena. A mí me ayudaron cuando yo llegué en balsa y yo trato de ayudar a todo el que viene de Cuba'', expresó González, que trabaja como losero en West Palm Beach.

Cartaya se trasladó anoche con su familia a Hollywood, mientras que los cuatro restantes quedaron en West Palm Beach en casas de familiares y amigos. En los próximos días planean presentar sus solicitudes de refugio político antes las autoridades estadounidenses.

Aunque el técnico de la selección, Raúl González Triana, aseguró que Cuba continuará en el torneo a pesar de las deserciones, anoche era incierta la intervención del equipo cubano en el juego de hoy frente a Honduras.

"Hasta ahora a mí no me han informado nada'', aseveró González. "Todo sigue igual, jugamos mañana [hoy] frente a Honduras y cumplimos con todo lo programado en entrenamientos y lo demás del torneo, nosotros no pensamos retirarnos''.

La Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (CONCACAF) no se ha pronunciado sobre el asunto, aunque ayer realizó una reunión de emergencia, a puertas cerradas, para analizar el caso cubano.

Para Cuba este es un duro golpe, pues la isla venía dispuesta a demostrar que la selección sub-23 y su programa general de fútbol --recientemente se contrató un técnico alemán para la escuadra principal-- había dados pasos de avance en el ámbito internacional.

El resultado 1-1 del martes frente al poderoso equipo estadounidense suscitó un entusiasta titular del diario oficial Granma, que destacó el resultado a pesar de los obstáculos que representó para los jugadores "llegar la noche anterior a Tampa, demorarse cinco horas en el aeropuerto de Miami y no poder entrenar en el sitio de la competencia''.

Los jugadores coincidieron ayer en que el sueño de todos era jugar en la MLS, la liga de fútbol de Estados Unidos, y demostrar internacionalmente sus talentos deportivos, aunque declinaron referirse a la situación actual dentro de la isla.

"Todos queremos probarnos en un fútbol superior y por eso estamos aquí'', afirmó García. "Fue la razón principal que nos hizo dar este paso''.

Bermúdez agregó que reforzó sus deseos de jugar en la MLS cuando recientemente visitó Guyana para dos partidos de preparación, y el técnico de la selección guyanesa, que también dirige una escuadra en Trinidad Tobago le ofreció trabajo.

"En ese momento me eché a reír, pero me hizo pensar en la posibilidad de irme'', recordó Bermúdez. "Me dí cuenta que tenía opciones para jugar en el fútbol internacional''.

El defensa cubano confesó que las múltiples deserciones de futbolistas cubanos que hoy juegan en Estados Unidos, se han convertido en inspiración para la fuga de muchos jugadores de la isla.

"Creo que eso ha demostrado que ya el fútbol cubano no está tan atrasado y que sólo necesita que le abran las puertas en los escenarios mundiales'', enfatizó Bermúdez.

Las deserciones han lastrado el avance cubano desde que Rey Angel Martínez y Alberto Delgado abandonaran la selección nacional en el 2002 durante la Copa de Oro en California.

Tres años más tarde y en otro torneo similar en Seattle, abandonaron un equipo Yaykel Pérez y Maykel Galindo, hasta ahora el cubano con mayor éxito, pues es una de las principales figuras del Chivas USA de la MLS.

En junio pasado también desertaron en una Copa de Oro efectuada en Houston los jugadores Osvaldo Alonso y Lester Moré. El primero aspira a ganarse un puesto con el Chivas USA para la temporada que está próxima a comenzar, mientras que Moré firmó con el Charleston de la USL.

Cuba ocupa el puesto número 71 en el ranking de la FIFA y ha estado presente en una sola Copa del Mundo en 1938 y dos Juegos Olímpicos, Montreal 1976 y Moscú 1980, siempre como reemplazo de equipos que se retiraron.

La selección cubana avanzó hasta este evento luego de golear a Bermuda, Islas Cayman, Puerto Rico, Granada y Trinidad y Tobago. Su empate ante Estados Unidos, una de las potencias del área junto a México, la colocaba en una posición favorable para avanzar a la siguiente ronda.

Nuevas guaguas chinas


A varias terminales de ómnibus de la capital se han incorporado ómnibus nuevos de procedencia china que, según las autoridades, contribuirán a reanimar el deprimido sistema de transporte en Ciudad de la Habana.
Estos ómnibus que aún no han llegado a terminales periféricas como Santiago de las Vegas y el Cotorro, son conocidos como"peceras" debido a su forma rectangular.
Tenían instalado aire acondicionado, pero se los quitaron argumentando la corta distancia que deben recorrer entre una parada y otra durante el recorrido.
¿Aguantarán el tren de pelea? ¿Durarán o no durarán? Son preguntas obligadas al ver la entrada triunfal de los nuevos carros.
El asunto empezó mal, porque los ómnibus sólo tienen pequeñas ventanas en la parte superior de sus laterales, dificultad que ya está en vías de solucionarse. Y surge otra pregunta: ¿Por qué no se previó este inconveniente a la hora de comprarlos teniendo en cuenta el calor que hace en Cuba?
Personalmente dudo que los autobuses nuevos aguanten la candela.
Como sus predecesores, los británicos Leyland, los españolas Pegaso, los checos Karosa, los húngaros Ikarus, verdaderos centrales azucareros rodantes, y mas recientemente las ya desvencijadas Mercedes Benz germano-brasileñas, ensambladas en Cuba, los nuevos autobuses están condenados a terminar, mas temprano que tarde, en un cementerio de chatarra.
Las causas de los problemas en el transporte, no solo en la Habana sino en toda Cuba, son mayormente "subjetivas", dependen de las actitudes que asumen los hombres, que en vez de conservar destruyen rápidamente.
Los empleados de transporte por ómnibus parecen estar ocupados en su "lucha diaria". El chofer por manejar a contrapelo de los baches, frenando fuerte, como si llevara ganado a bordo de su vehículo, exceso de velocidad, etc.; el conductor, a quien se le olvida entregar los boletines, y carente casi de siempre de cambio, y el mecánico resolviendo combustible, piezas, formando una larga cadena de irrespeto al ciudadano.
No queda mucho tiempo para exigir el cuidado de los ómnibus, pues se hacen "de la vista gorda" cuando algunos pasajeros molestos cometen algún acto de vandalismo mientas viajan en los autobuses: rompen ventanillas a golpes y porrazos, y rayan los asientos.
¿Por que estos comportamientos?
Porque no existe sentido de pertenencia, nadie se siente dueño verdadero de los ómnibus, y no existe conciencia de la necesidad de cuidar estos bienes que a la postre están ahí para mejorar la calidad de vida de la población.
Estas anomalías contribuyen decisivamente a acortar la vida útil de los ómnibus, que como todo en este país comienza muy bien, para luego sufrir un rápido deterioro que provoca la insuficiencia en los servicios que requiere la población.
Si las cosas siguen como están no le auguro mucho tiempo de vida a los nuevos ómnibus chinos. Hay muchas cosas que cambiar para que puedan realmente ser eficientes y aguantar el tren de pelea y la candela cotidiana.