Maurino Aulet posa para una fotografía con su bandera cubana antes de una visita del ministro irlandés de Relaciones Exteriores Michael Martin al centro Proyecto Irlanda-Cuba para Piano, en La Habana, el jueves 19 de febrero de 2009. Martin visitó Cuba para una visita oficial de un día.
La política estadounidense de eludir al gobierno comunista de Cuba con la imposición de un embargo comercial estricto no ha empujado a la isla hacia un gobierno democrático y debería replantearse, según el republicano de más rango en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
"Debemos reconocer la ineficacia de nuestra política actual y debemos tratar con el régimen cubano en cierto modo que refuerce los intereses estadounidenses", escribió el senador Richard Lugar, un republicano, en un informe fechado el lunes.
El informe brinda un peso nuevo a una opinión bipartita en el Congreso que de que la llegada de Raúl Castro al gobierno cubano ha abierto una ventana para modificar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
El presidente Barack Obama ha prometido dar una mirada fresca a la política estadounidense hacia el gobierno cubano. Ha dicho que estaría abierto a reunirse con Castro, quien tomó la presidencia de Cuba de su hermano enfermo, Fidel. Obama también apoya reducir las limitaciones sobre el número de visitas y la cantidad de dinero que envían a Cuba sus familiares en Estados Unidos.
Sin embargo, al igual que su predecesor, George W. Bush, Obama ha dicho creer que el embargo le ofrece una influencia importante al gobierno norteamericano.
La sugerencia de Lugar de que Washington vuelva a plantear su posición fue incluida en una evaluación de las relaciones bilaterales escrita por el miembro más importante de su equipo, Carl Meacham, quien viajó a Cuba en enero. El informe fue programado para distribuirse esta semana entre los colegas de Lugar en el Senado.
Aunque el informe no llega a pedir abiertamente el fin del embargo, ofrece una valoración áspera de las políticas estadounidenses. Sostiene que el embargo existente le permite al gobierno cubano contar con un "chivo expiatorio" conveniente sobre las dificultades económicas de la nación caribeña, ignora los acontecimientos políticos recientes e impide a la Casa Blanca obtener una "comprensión más amplia de los sucesos en la isla".
"Al dirigir la política hacia un escenario improbable de una transición democrática a corto plazo en la isla y al rechazar la mayoría de las herramientas de compromiso diplomático, Estados Unidos se queda como un espectador impotente, mirando cómo se despliegan los hechos a la distancia", destaca el informe.
Poner fin al embargo requeriría una legislación del Congreso, porque los legisladores escribieron partes importantes de las restricciones en la ley en 1992 y 1996. La ley de 1996, aprobada poco después que cazas cubanos derribaron dos aviones operados por un grupo anticastrista con sede en Miami, impide a Estados Unidos normalizar sus relaciones con Cuba siempre y cuando Fidel o Raúl Castro sigan en el gobierno cubano.
En el 2000, el presidente Bill Clinton promulgó una ley que permitió la venta de géneros agrícolas y medicinas a Cuba por razones humanitarias. Desde entonces, las ventas agrícolas a Cuba han subido de casi nada a más de 440 millones de dólares el año pasado.
El informe señala que Obama podría comprometer a Cuba varios temas, como la lucha contra el tráfico de drogas, la migración y el terrorismo.
EEUU debe replantear su embargo a Cuba, dice senador republicano
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