La Cámara de Representantes aprobó el miércoles un gigantesco proyecto de ley de gastos que ajusta la política de Estados Unidos hacia Cuba, facilitando que cubanoamericanos viajen con menos restricciones a la isla.
El proyecto legislativo, que se cree pueda enfrentar alguna oposición en el Senado, elimina los fondos destinados a implementar las restricciones a los viajes que impuso el presidente George W. Bush en el 2004.
El presupuesto del 2009 contempla también varias revisiones que señalan una tendencia hacia unmayor acercamiento a Cuba, lo que podría llevar a la eliminación de más sanciones, dijeron varios expertos en el tema cubano. El proyecto fue aprobado por la Cámara días después que un veterano miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado diera a conocer un informe redactado en términos muy críticos sobre el aislamiento de Cuba, afirmando que el embargo no ha funcionado.
El senador Richard Lugar, republicano por Indiana, recomendó aumentar el acercamiento en materia de narcotráfico e inmigración ilegal, pero no mencionó el levantamiento del embargo. Se espera que un grupo de conocidos diplomáticos y académicos de la Institución Brookings, un grupo de estudios, publique este jueves un informe que recomienda un mayor diálogo con Cuba.
Algunos legisladores negros y grupos de asistencia tenían fijado reunirse el miércoles con diplomáticos cubanos en Washington para discutir la situación de las relaciones entre La Habana Y Washington.
"Todo esto tiene que considerarse claramente una tendencia'', dijo el representante Bill Delahunt, demócrata por Massachusetts, quien patrocina un proyecto legislativo que permitiría a los estadounidenses viajar a Cuba. "La tendencia es realizar más cambios y los viajes son una pieza central de esa idea. Esto es un impulso al cambio''.
Los legisladores cubanoamericanos se burlaron de la sugerencia de que los recientes acontecimientos podrían ser un indicio de un cambio profundo en la política hacia Cuba.
El proyecto de ley de presupuesto, aprobado por la Cámara 245 a 178, se redactó a puertas cerradas, dijeron, y enfrentará a una dura batalla en el Senado.
"Aquí no hay nada nuevo'', dijo el representante Lincoln Diaz-Balart, republicano por el sur de la Florida. "Me fascina leer en la prensa que todo esto es nuevo, cuando no es más que una reafirmación de las posiciones mantenidas por algunas personas durante mucho tiempo''.
El cabildero conservador cubanoamericano Mauricio Claver-Carone dijo que en cualquier caso, lo que está ocurriendo es un mayor impulso a las restricciones.
"Comenzaré a preocuparme cuando los legisladores que antes respaldaron la actual política hacia Cuba cambien de posición'', dijo Claver-Carone. "Hasta ahora el único verdadero impulso es en sentido contrario, a medida que el número de partidarios de la política en vigor ha aumentado significativamente en los últimos seis años''.
El último impulso para facilitar los viajes a Cuba es una renovación de la promesa de campaña del presidente Barack Obama, quien aseguró permitiría a los cubanoamericanos visitar con mayor frecuencia a sus familias en la isla. El ex presidente George Bush cambió las reglas que permitían a los cubanos visitar la isla una vez al año y limitó las visitas a una cada tres años.
Se espera que Obama permita a los cubanoamericanos visitar la isla todos los años, pero no es un hecho.
Los observadores de Cuba dicen que se desconoce si Obama levantará las restricciones no sólo para los cubanoamericanos, sino también para los académicos, grupos religiosos y otras organizaciones estadounidenses. Todavía no se ha nombrado a las personas encargadas de tomar estas decisiones.
Cuando en el 2004 Bush estableció las restricciones, de inmediato se convirtió en algo controversial. Los cubanos con un familiar enfermo de muerte se vieron obligados a escoger: visita a su familiar ahora o asiste a los funerales después.
"De repente todo el mundo está prestando atención'', dijo Sarah Stephens, directora del Centro para la Democracia en las Américas, que aboga por la normalización de las relaciones con Cuba. ‘‘Al parecer las cosas están cambiando un poco en Cuba y eso se autoalimenta''.
Jaime Suchlicki, director de Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, dijo que los proyectos de ley que se debaten en el Congreso son como "trenes que se van a descarrilar''.
"Hay apuro para presionar a [la secretaria de Estado Hillary] Clinton y a Obama sobre Cuba'', dijo Suchlicki.
Obama no debería ceder ante la presión, opinó Suchlicki, y en su lugar debe esperar a que el gobierno cubano haga mayores concesiones.
El debate sobre el cambio en la política hacia Cuba se centra en quién debe dar el primer paso. La mayoría de los conservadores creen que es inútil ofrecer algo a La Habana --como permitir más viajes o comprar productos a crédito-- sin una verdadera prueba de cambio en el país. Si Estados Unidos da el primer paso, dijo Suchlicki, sería como "entregar su política exterior".
Cámara aprueba proyecto de ley que flexibilizaría viajes a Cuba
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