La cooperante española a la que no permitieron entrar en Cuba viaja a Madrid

La española Gracia Regojo Bacardi, a quien las autoridades cubanas impidieron entrar a la isla con el argumento de que es "inadmisible", tomó un avión de Iberia esta noche hacia Madrid, informaron hoy fuentes diplomáticas en La Habana.

Regojo llegó el lunes a la ciudad oriental de Santiago en un vuelo de Cubana de Aviación y agentes de Migración le dijeron que no podía quedarse, sin más explicaciones.

La cooperante, que trabaja con una organización no gubernamental gallega y dijo que tenía un proyecto financiado por la Comunidad de Madrid, está emparentada con la familia cubana Bacardi, fundadora de la afamada marca de ron del mismo nombre.

Tras llegar al poder en 1959 y establecer un régimen comunista, el líder cubano, Fidel Castro, nacionalizó los negocios de los Bacardi y la familia se exilió e impulsó actividades contra el nuevo gobierno.

Fuentes diplomáticas españolas dijeron a Efe que las autoridades cubanas no detallaron el motivo del rechazo de Regojo, ni explicaron porqué, en cambio, sí permitieron que entrara al país una compañera suya de viaje, de la misma organización gallega.

Regojo fue llevada hoy de Santiago a La Habana y ha permanecido en dependencias de Migración del aeropuerto capitalino José Martí, donde la visitó al menos dos veces el cónsul general de España en Cuba, Pablo Barrios.

La cooperante, que pretendía permanecer en Cuba una semana, abordó un vuelo regular de la aerolínea española Iberia que llegará a Madrid este miércoles.

"Ella está bien, aunque muy cansada y ahora con ganas de volver cuanto antes a España", dijo a Efe una de las fuentes.

Barrios intentó infructuosamente que las autoridades cubanas de Migración la dejaran ir a un hotel.

El incidente, denunciado el martes por la oposición de derecha en el parlamento español, ha ocurrido en vísperas del viaje a Madrid del ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, para reunirse la semana próxima con su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos. EFE