Cuba puso en marcha medidas para paliar las pérdidas ocasionadas por el paso de dos ciclones seguidos en el sector de la vivienda.
El viceministro cubano de la Construcción, Rafael Soler, declaró a la prensa local que habrá apertura de canteras y traslado de máquinas de bloques, lo que permitirá también disminuir el consumo de combustible.
Agregó que se dispuso de yacimientos de piedra que no estaban en explotación, lo cual permite acercar los sitios de producción a los lugares que sufrieron daños.
Paralelamente, se ubicaron plantas móviles para fabricar bloques en los mismos territorios afectados, a la vez que se potenciaron las producciones de tejas criollas y francesas, mosaicos, mantas impermeables, tanques de agua, viguetas, láminas de asbesto, entre otros materiales de construcción, informó Soler.
Casi 450.000 viviendas resultaron dañadas, de las que 63.000 fueron destruidas por completo, tras el paso de los ciclones Gustav y Ike en septiembre.
Al menos 200.000 cubanos se quedaron sin hogar y "cientos de familias más" debieron encontrar una vivienda temporal, informaron las autoridades al indicar que las pérdidas totales --incluyendo otros sectores como la agricultura-- fueron de 5.000 millones de dólares.
El gobierno tenía planificado construir en todo el 2008 unas 50.000 casas y hasta antes de los meteoros y su déficit habitacional era de medio millón. También se afectaron escuelas y hospitales.
Otro de los problemas que enfrentan las autoridades es la falta de mano de obra para realizar las obras.
Cuba toma medidas para paliar pérdidas de viviendas
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