El Nuevo Herald
Los cubanos que trabajan para empresas extranjeras deberán registrar en las próximas semanas los ingresos en divisas que obtienen como ''gratificaciones'' porque serán afectos a un gravamen, informaron fuentes oficiales.
El complejo esquema laboral en la isla contempla que sus ciudadanos sean contratados de manera obligatoria por agencias estatales, a las que recurren las compañías foráneas para reclutar al personal local.
Las empresas foráneas le pagan al Estado en ''pesos convertibles'', una moneda que equivale a $1.08, los servicios de los nacionales que contrata, que en cambio reciben del gobierno salarios pagados en la moneda circulante de ''pesos cubanos'', tasados en $21.
Un documento de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) informó sobre la aplicación de la Resolución 277 del Ministerio de Finanzas y Precios con fecha 13 de diciembre del 2007, según la cual ''estarán gravadas las personas naturales cubanas y extranjeras residentes permanentes en el territorio nacional'' que ''reciban gratificaciones'' por parte de sus empleadores foráneos.
Algunos de los afectados por este impuesto trabajan para sucursales de firmas comerciales, oficinas de representación, líneas aéreas, empresas de viaje, agencias de prensa, sedes diplomáticas o de organismos internacionales y deberán registrarse en la ONAT, destacó el texto del plegable.
El impuesto será anual y se cobrará progresivamente desde un 10 por ciento para quienes obtienen hasta 2,400 pesos convertibles (CUC) y 12 por ciento hasta los 6,000 CUC; al 50 por ciento para aquellos que superen los 60,000 CUC de ``gratificaciones''.
Las compañías deben tener una contabilidad especial por ''gratificaciones'' para sus empleados que será cotejada con la declaración jurada de éstos, según el documento.
El Ministerio de Economía indicó en diciembre que el salario promedio en la isla es de unos 408 pesos cubanos (unos $17).
El Estado garantiza subsidios en servicios y alimentación. La salud y educación son gratuitas para todos los cubanos.
Empresas establecidas en Cuba comenzaron a entregar remuneraciones extras a sus empleados a partir de los años 1990, cuando se institucionalizó el uso de la doble moneda a raíz de la crisis económica. Dado que se los justificaba como ''gratificaciones'' y no salarios, no se cometían ilegalidades
Los cubanos no pueden recibir su salario en moneda fuerte, aunque el propio Estado paga un ''estímulo'' de unos 10 ó 20 pesos convertibles a trabajadores de sectores claves, como el turismo.
El sistema tributario cubano recién se creó en agosto de 1994, cuando la crisis impulsó a muchos a laborar por su cuenta y fue un verdadero impacto para las personas que no pagaban impuestos de ningún tipo desde el triunfo de la revolución en 1959. Actualmente el esquema impositivo incluye los ingresos personales, así como sobre bienes de transporte terrestre o embarcaciones.
No se cuenta con cifras de contribuyentes, el volumen de sus aportes ni cuántas personas están contratadas por firmas extranjeras.
Aplican gravamen a ingresos en divisas
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