Unas placa de granito gallego con la imagen de Rosalía de Castro, colocada hoy en el centro de La Habana por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, rememora que los símbolos de Galicia, el himno y la bandera, nacieron fuera de la Comunidad por iniciativa de la emigración.
La plaza de San Francisco, en La Habana Vieja, tiene desde hoy una placa con la poetisa gallega sobre el mítico Café Oriente, que descubrió el presidente gallego, acompañado por responsables políticos de todo el arco parlamentario de Galicia.
Ante un cruceiro en el centro de la plaza habanera, delante de niñas descendientes de gallegos, unas negras, otras de ojos azules, Pérez Touriño hizo una ofrenda floral a los poetas de la emigración, de Rosalía a Curros Enríquez.
Al acto asistieron la presidenta del Parlamento, la socialista Dolores Villarino, y también los diputados Miguel Santalices, del Partido Popular, el nacionalista Xosë Paz Antón, e Ismael Rego, del PSOE.
El presidente gallego recordó que La Habana es la ciudad que vio el nacimiento de la bandera y el himno de Galicia y expresó su agradecimiento por la acogida que miles de gallegos tuvieron en la isla a lo largo de la historia.
La Habana, recordó, "hizo suyos" a quienes venían de Galicia, y hoy la ciudad "se renueva, se transforma y pone al día el patrimonio fantástico", y abogó porque este patrimonio "tan valioso sirva para avanzar en la concordia y la libertad".
"Muchas gracias a Cuba y muchas gracias al pueblo cubano", dijo el presidente de la Xunta, acompañado de Eugenio Leal, el historiador oficial de La Habana, que, sobre la placa de Rosalía de Castro recordó la actitud de los emigrantes que "vinieron en pobreza, sin olvidar nunca su tierra", pensando en la "amarga necesidad" que les hizo "encontrar en el suelo de Cuba algo de su alma propia".
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